La restauración del Waldorf Astoria de Nueva York, símbolo del tejido cultural y la historia de la ciudad, conlleva una enorme responsabilidad. Un prodigioso equipo de conservadores ha invertido años de trabajo en comprender la historia del edificio y preservar su patrimonio para las generaciones futuras, al tiempo que daban una nueva vida a Las Torres. Los maestros conservadores cuidaron mucho la restauración de las piezas singulares del hotel, como la estatua Espíritu de progreso, que adornaba la entrada por Park Avenue, el reloj de la exposición universal de 1893 y el piano de Cole Porter.

Durante los preparativos de la reforma, las principales piezas y obras de arte distintivas, como Espíritu de progreso , de Nina Saemundsson, fueron cuidadosamente empaquetadas y trasladadas para su protección.

Los investigadores forenses tomaron muestras de los espacios públicos emblemáticos y las examinaron bajo el microscopio para revelar y reproducir los colores originales.

En homenaje a la larga trayectoria de mecenazgo artístico del Waldorf Astoria, los residentes disfrutarán de una colección de arte conservada y encargada por Simon de Pury,
subastador y coleccionista de renombre mundial. De Pury ha encargado a artistas dinámicos de todo el mundo, como la coreana Minjung Kim, la creación de obras específicas para los espacios privados de ocio de los residentes y las zonas comunes. «Estos artistas contribuirán a dar nueva vida a este lugar histórico», dijo de Pury.